otra vez fetiches

La teoría del valor se nos cuela por las esquinas intentando susurrarnos su importancia. Sobre las sucesivas crisis-burbuja de las últimas décadas existe una causalidad, defienden algunos. No son episodios inconexos, sino síntomas de algo más. Están por una parte los marxistas de gran purismo y por otra los augures de las entrañas de las aves.
Para los primeros, que defienden una teoría del valor objetivizadora, el problema es que el capitalismo engendra cada tanto tiempo una -permítaseme la manida expresión- destrucción creativa: es la destrucción del capital la única vía para generar un nuevo proceso de acumulación toda vez que la tasa de ganancia dibuja una tendencia decreciente a lo largo del tiempo. La distorsión que se da desde los 70 estaría en que la intervención del estado estaría intentando frenar esa caída en la tasa de ganancia mediante bajadas en los impuestos y liberalizaciones, mientras que se financian los servicios públicos a base de deuda. Hasta hoy. Enlaces: uno, dos , tres.
Para los otros, que defienden una teoría del valor subjetiva, son determinado tipo de instituciones (y las personas por ellas empoderadas) las que crean una distorsión en los movimientos de capitales, que debido a la naturaleza de la formación del valor y la dinámica impulsada por el interés propio buscan, como los ríos la mar, activos seguros que no encuentran. Existirían países creadores de riqueza pero poco confiables (los emergentes) e instituciones depositarias de ingentes recursos que pueden ser colocados en esso países emergentes. Esta frustración del encuentro entre deseo y objeto se sublima en sucesivas burbujas. Enlace: uno , dos.

Soy consciente que hay muchas más posturas sobre las cuasas de la crisis pero las dos expuestas representas ideas contrarios respecto del origen de la misma debido a que parten de de teorías del valor opuestas.
Yo soy de la escuela subjetiva pero no creo en la bondad del proceso. Creo que podría posicionarme así. De hecho creo que la incomodidad de los marxistas de gran purismo con SZ deviene de esa circunstancia: dicen que no entiende a Marx, por eso tantas bromas. Yo lo que creo es que si lo entiende, y si bien está de acuerdo con varias ideas marxistas no lo está en una de las cosas fundamentales: la forma de enterder el materialismo, for eso el énfasis en la idea más extraña de marx, aquella del fetichismo de la mercancia (¿es posible que haya algo más subjetivo?)
En la conferencia que enlacé ayer de Zizek en Princeton ese es, precismente el tema central, y en ella enfatiza el eslovena esa circunstancia: cuán extraña es la teoría del fetichismo de la mercancia en el esquema analítico del propio Marx. La forma en que se nos aparecen las cosas no sería directamente reducible a las relaciones de producción sino que, al revés, en la materialidad de las cosas producidas se encontrarían incorporadas la creencias de las que las personas no son conscientes. y no sólo eso: esos objetos-creencia funcionarían como amuletos contra determinadas realidades de las que si bien somos conscientes no somos capaces de asumir simbólicamente.
en el fondo lo que late es un síntoma en Marx: su inversión del esquema explicativo hegeliano le lleva a fundar su teoría del valor en un materialismo objetivizador pero el análisis de la realidad le lleva a introducir ese extraño concepto (el síntoma es el fetiche) que delata aquello que no puede ser dicho... y el Hegelianismo de Zizek (es más importante Hegel que Marx en la obra del esloveno) hace que ese síntoma pase a ocupar un lugar central en su obsesión por el lugar de la creencia, la estructura de la misma, en las sociedades contemporáneas.
¿Qué tiene que ver esta complicada estructura con la teoría del valor y las burbujas? Estamos trabajando en ello. [y en futuros post iremos especulando en torno a las posibilidades que se nos dibujan]

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