G^(3) Gigerenzer, Hayek y Vernon Smith




(1) Filias.

Para los hijos de Hayek (+ Simon) una de las tareas presentes debería ser la de pensar la relación de los agentes con respecto a esa estructura informativa que para el agente representa el mundo. Desde ese punto de vista el constituirse agente económico tiene que ver con una forma de explotación; la relación que se establece con el intermedio de la estructura informativa antecede e informa el trabajo que puede ser realizado sobre el mundo. 

Al pensar en la forma de entender Gigerenzer la racionalidad y en el tipo de soluciones que propone hemos de considerar la suya como una aportación valiosa. Partiendo de la concepción de Simon de racionalidad limitada reclama que prestemos mayor atención a la estructura informativa presente en el entorno en el que se toma la decisión.
Gigerenzer por una parte nos muestra cómo las asimetrías de ese mundo con nosotros posibilitan una cierta explotación del mismo, por otra analiza las limitaciones del sistema cognitivo que son al mismo tiempo las que, debido a su relación con aquella estructura, le permiten inferir una serie de pautas generales para la solución de problemas. Es la estructura del entorno la que hace que en muchas ocasiones una regla simple pero que se concentre en un punto determinado optimice los resultados de la toma de decisiones. Hay que tener presente que esta optimización se establece en términos de satisfacción de unas reglas, no en términos de maximización, aunque podrían ser traducidas también en esos términos., cosa que de hecho hace Gigerenzer.
Quizás sea hora de meditar un poco sobre las estructuras. Tomemos la siguiente cita de Hayek:
I've come to believe that both the aim of the market order, and therefore the object of explanation of the theory of it, is to cope with the inevitable ignorance of everybody of most of the particular facts which determine this order. By a process which men did not understand, their activities have produced an order much more extensive and comprehensive than anything they could have comprehended, but on the functioning of which we have become utterly dependent.

 Hayek, F.A.: Knowledge, Evolution and Society. p.19.
La bondad del orden generado por el mercado residiría en que se relaciona de una forma apropiada con las capacidades humanas, movilizándolas de acuerdo con sus limitaciones. Al establecer una relación de comunidad que no podemos entender, dado que es vivida a través del interés propio, respeta los límites cognitivos del ser humano y le aporta algo más; posibilita procesos de especialización que llegan hasta donde les es permitido por la capacidad organizativa de aquellas relaciones. Gigerenzer estaría analizando las reglas mediante las que los seres humanos se conducen en determinados entornos, muchas veces sin ser conscientes del proceso en términos de reglas de resolución. Este tipo de lectura se ver reforzada por la presencia de una posibilidad, la de su extensión al terreno de la selección natural. Es este un terreno muy complejo que no estoy en disposición de abordar y que tiene que ver con quién es propiamente el agente en este tipo de análisis.
Los paralelos entre Hayek y Gigerenzer no tienen que ver únicamente con la ignorancia satisfactoria (y optimizadora) de cada uno de los individuos considerados por separado sino con las características de la propia heurística: cada uno de los participantes en ese proceso sólo ha concentrarse en unas pocas variables, señales generadas por el mercado; de forma fundamental los precios. Además ha de intentar sacar partido con respecto a otros competidores en ese mismo mercado, posicionarse de una forma ventajosa.
Por otra parte tenemos a Vernon Smith, que es un destacado economista experimental muy influido por la concepción hayekiana de racionalidad. Aquí también la racionalidad es algo que se construye pese a las limitaciones de la cognición individual, a nuestra falta de conciencia de aquello que estamos haciendo; esa racionalidad estaría representada por el orden emergente derivado a consecuencia del funcionamiento de los procesos de mercado. Su lectura es más completa que la de Gigerenzer desde un punto de vista económica: serían las complejas e interconectadas fuerzas de tendencia conciliadora de la oferta y la demanda, el mecanismo de los precios como igualador de las productividades marginales (al relacionar escasez, intensidades y productividades), los que conducirían hacia ese orden. Ese orden, esa estructura racional, resultaría en optimalidad en determinadas condiciones ideales como la ausencia de poder de mercado. Ese orden, ante el que se maravillan los economistas, es de tal complejidad que la mejor forma de participar en su emergencia es respondiendo a las razones que las contingencias de la vida (con sus potencialidades, incertidumbres y sorpresas) nos presenta mediante la humildad de unas simples reglas de lectura de la estructura del mundo a nivel local. Todo intento de sobrepasar esos límites resultaría en desastre, su síntoma sería la arrogancia fatal del que quiere más de lo que puede. 

(2) Vernon.

Vernon Smith, al igual que Gigerenzer, es crítico con los postulados de los economistas de la conducta; como él critica el tipo de experimentos que llevan a cabo y resalta el hecho de que pese a la ignorancia de aquello que están haciendo los agentes de mercado, bajo las normas apropiadas, obtienen resultados que convergen a la optimalidad. También, al igual que Gigerenzer, está fuertemente influenciado por la obra de Simon. La lectura de V. Smith coincide con la de Gigerenzer en situar la racionalidad como dependiente de la estructura del entorno, pero, al ser más un economista su discurso nos permite atisbar con mayor claridad las consecuencias de estas premisas y a qué tipo de conclusiones normativas conducen desde un punto de vista económico una posición de esa clase en cuanto a la naturaleza de la racionalidad. Está en contra de las concepciones habituales en las que la racionalidad es una cualidad ejercida individualmente sin tener en cuenta el contexto, no es tampoco un proceso consciente maximizador que tiene en cuenta toda la información disponible. El contexto, las instituciones (que más adelante veremos cómo define), son cruciales en la construcción de la racionalidad. Critica la Teoría de Juegos cuando ésta asume que todos los agentes tienen información perfecta. En su trabajo dentro del campo de la economía experimental Smith relata los resultados con el llamado «double action» en las que los agentes poseían información privada y no sabían nada de los otros jugadores, eran decisores de precios y tomadores de precios al mismo tiempo. Los resultados indican que las cantidades y los precios bajo estas circunstancias convergen rápidamente acercándose a lo que sería el equilibrio competitivo de expectativas racionales, resultados que pueden ser generalizados a otras instituciones de intercambio pese a que las tasas de convergencia no son siempre las mismas, no son conscientes de que están maximizando y, al ser preguntados por como han experimentado el proceso suelen señalar su desorden y lo describen como caótico. Por lo tanto no es precisa información completa ni conciencia de lo que se está realizando. Sus experimentos difieren de los de Gigerenzer en que éste estudia los elementos de la heurística apropiada, Smith el efecto de los marcos institucionales sobre los procesos y características que permiten llegar a acuerdos a los individuos que toman parte en los mismos. Son construcciones analíticas complementarias dado que nos permiten entender cómo individuos que no entienden muy bien lo que 'están haciendo' (esto es, las características y consecuencias de sus actos), mediante la satisfacción de reglas sencillas que se corresponden a capacidades cognitivas limitadas, se ven implicados en un proceso emergente de intercambios que tiene resultados que se aproximan al óptimo. 

(3) Además.
 
Cuando concluyamos con esta parte de G^3 (recuerdo: G^3:{Gigerenzer, Glimcher, Gintis}), haremos especial hincapié en aquello que es el agente económico en este tipo de concepciones de la racionalidad. También tendremos en cuenta el sentido de esa racionalidad, esto es, a qué razones responde, y también en base a qué razones puede ser considerada su optimalidad intentando introducir algunos elementos críticos respecto de ese tipo de concepciones. Para ello, y después de exponer los paralelismos que encuentro entre Gigerenzer y V. Smith paso a comentar brevemente algunos de los elementos de la obra de éste. Vernon Smith expone en "Economic Rationality" su visión sobre los tipos de racionalidad y su funcionamiento bajo distintos tipos de instituciones económicas así como en distintos entornos. Por una parte, si bien existe esa vertiente que enfatiza el papel de la estrutura externa (instituciones) en V. Smith existe también un énfasis no menor en el papel de la subjetividad para determinar aquello que es la racionalidad. Esto es debido a que para él cobra igual importancia el proceso de valoración en el que está involucrado el agente decisor como la estructura informativa del entorno.
La racionalidad constructiva estaría relacionada con los procesos de cognición consciente, sería intensamente constructivista, basada en construcciones teóricas que pueden ser contrastadas mediante la experimentación empírica. Para Smith el constructivismo tiene que ver con el diseño consciente, con la acción individual relacionada con la invención y ligada a la racionalidad ecológica con decisiones humanas adaptativas y con procesos de descubrimiento grupal en sistemas sociales naturales. La racionalidad constructiva es más costosa e intensa, la ecológica más operativa y cotidiana, ambas son interdependientes. Describe los resultados derivados del aprendizaje en interacción como Suprarracionales, siendo la misma importante para ambos tipos de racionalidad. Para la racionalidad ecológica son importantes los procesos sociales, sobre todo algunos aspectos de los mismos como las tradiciones y acuerdos para la negociación y las reglas para el establecimiento de precios que evolucionan en respuesta a la experiencia y la reacción ante los resultados que se van dando más que conforme a algún tipo análisis lógico sistemático y consciente. Las tradiciones, a nivel social, y los hábitos a nivel individual, disminuyen de forma de forma crucial los costes de negociación y aprendizaje, y catalizan los intercambios que hacen próspera a una sociedad. Son cruciales pero no determinantes dado que para la obtención de bienos resultados sería precisa la presencia de las instituciones apropiadas. Su importancia sin embargo no disminuye en ningún caso debido a ese caracter economizador.
El énfasis en el entorno y en la estructira institucional no debe hacernos olvidar la importancia para la tradición austriaca del papel de la subjetividad. Como señalamos antes la ignorancia no juega simplemente el papel de un límite cognitivo que es posible superar mediante las instituciones adecuadas sino que juega además un papel positivo en cuanto el jugador vive de forma subjetiva y plena su papel en ese entorno; la detección de las señales cognitivas lanzadas por el entorno sólo será adecuada ante los incentivos oportunos, si éstos lo son entonces la vivencia subjetiva y la búsqueda del interés propio completarán el motor de prosperidad. No es únicamente la racionalidad del orden global emergente lo que ignora el agente sino también la bondad que resulta de su conducta egoísta. Sobre la estructura de esta vivencia subjetiva nos dice V. Smith:
"The subjective cost of exploring options and figuring out what to do, then doing it, must be point of the problem of rational choice as experienced by the decision maker. Decision cost is the cost of concentration, attention, info acquisition, thinking, monitoring, checking, deciding and acting --all the things you do to realize a decision."

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