ideas virales y gravedad

Existen días de felices coincidencias. Helen de Cruz nos habla de la gravedad asociada a las intuiciones, que poseen una especie patente de corso sobre las creencias humanoides. Además remite a un libro de Robert McCauley, "Why Religion Is Natural and Science Is Not", en que se defiende la idea de que las ideas religiosas se desarrollan naturalmente entre nosotros, sin necesidad de ningún esfuerzo social consciente. La ciencia no posee esa característica, constituyendo un logro en precario, en el sentido de que en cualquier momento se puede venir abajo, disipándose. Ya he citado en otra ocasión en este blog un artículo de Helen de Cruz sobre los números imaginarios, que siendo contrarios a nuestra intuición sobre la ontología de las cosas (que son) han supuesto un avance matemático con notables aplicaciones prácticas.
Bryan Levy ha publicado una entrada hoy que se refiere a la consideración de las ideas y la retórica desde un punto de vista materialista: habla de poblaciones de ideas y los medios que les son propicios, de su naturaleza viral, y del papel de la ideología materialista critica.

Uno de los aspectos de la tendencia a la psicologización de la economía de la que nos estamos ocupando en es la tendencia a la ampliación del objeto de la microeconomía: todo aquello que tiene que ver las formas de valoración y sus vicisitudes. En realidad toda interacción humana está involucrada en este tipo de procesos. También las valoraciones morales entran por lo tanto en el cuadro. Y existe la idea, no minoritaria, de los mercados lo hacen mejor en todos los campos. De ello habla Maximo Pigliucci desde el Rationaly Speaking refiriéndose al último libro de Michael Sandel: "What Money can't buy?".
Esa tendencia la explica Maximo de la siguiente forma: 
"More and more economists want to tell us what to value and how much, and psychologists want to tell us what we should value and why — almost makes you want to become a neuro-economist! ". [...] "While Steven Levitt and Stephen Dabner (co-authors of the wildly successful, if questionable, Freakonomics) say that “[Economics] simply doesn’t traffic in morality. Morality represents the way we would like the world to work, and economics represents how it actually does work” [quoted in Sandel, p. 213], this is simply not the case: talking about markets in this broader sense simply cannot be done without talking about ethics."
Esta es la parte que más me interesa del post, todo él interesante. En lo que realmente se centra el artículo es en otro libro, de Matthew Hutson: "The 7 Laws of Magical Thinking: How Irrational Beliefs Keep Us Happy, Healthy, and Sane". Básicamente: creer que la lluvia es consecuencia de que los ángeles mean puede ser bueno si ello te hace feliz.
Y me falta un elemento más para completar los hallazgos del fin de semana. A través de Jorge Riechman llegué a unas jornadas sobre ecología de preparación a la cumbre de Río celebradas en Barcelona estos días pasados en las que, se nos dice, "se puso de manifiesto el engaño de la economía verde desde distintos enfoques." Uno de estos enfoques lo representa Erik Gómez, cuya presentación recomiendo (poco más de 20 minutos). Me llamaron la atención varias de las ideas de Gómez. Por lo visto trabaja con José Manuel Naredo por lo que muchas de sus ideas son herencia del autor de "La economía en evolución". Una de las ideas es la de la introducción del concepto de "trabajo de los ecosistemas" vs "trabajo humano". La distinción es problemática cuando pensamos en las relaciones entre ambos conceptos y aquello que es valor. No puedo desarrollar en este momento aquello que considero problemático porque no lo tengo muy claro todavía pero tiene que ver con la historicidad del concepto de valor (sigo leyendo a Moishe Postone). Otra de las ideas que me pareció sugerente es la de la creación de los mercados ficticios (mercados de emisión de contaminación) como una aplicación de esa idea que planteamos antes (criticada por Maximo Pigliucci: “markets are better at everything”)1. En esos derechos existen dos valoraciones que debemos tener en cuenta: en primer lugar la valoración de los agentes que negocian las emisiones: su valoración se verá afectada por el hecho de imponer un precio sobre la contaminación, como demuestra el experimento de la guardería. Además está la valoración de los técnicos medioambientales, aquella que establece la cantidad de derechos de emisiones a ser puestas en circulación.
Existe para Erik Gómez un proceso de apropiación de los comunes, su privatización, que supone un tragedia. Él lo explica en la conferencia mejor que yo, por lo que recomiendo su visionado a quien esté interesado. Y una nota que me ha llamado mucho la atención y que es una idea que me parece muy sugestiva por lo que supongo que no será la última vez que la traiga a este blog: para explicar la reversibilidad de los procesos de apropiación (una especie de 'todavía hay esperanza') Erik comenta el pago de bulas en la Edad Media, mediante las que la Iglesia había mercantilizado la culpa, creando un mercado del pecado. Así, aquel que podía, compraba el perdón. (Una especie de 'quien contamina paga' medieval). Me interesa por la Reforma, claro. La ética, al fin y al cabo, y los ecosistemas de ideas.
Muy buena también la presentación de Jeromo Aguado, campesino resistente, sobre soberanía alimentaria. Buen provecho. 
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1 y la posible relación que pueda tener con ese extraño fenómeno estudiado en el experimento de Rusticcini sobre las multas a los padres que van a recoger tarde a sus hijos a la guardería, experimento (pdf) del que hablamos el otro día en Nada es Gratis, y cuya explicación sigue sin convencerme: que los padres modifiquen su conducta por un coste ajeno a ellos y sean insensibles a un coste que sí les afecta, además de que en la explicación no se tenga en cuenta los sentimientos de los padres respecto de los hijos que los esperan. No sé, no me convence

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