el problema del realismo psicológico (II)

(Sobre identificación de fuerzas principales y otras drogas)

Cuando las economistas identificamos la principal fuerza que rige la conducta económica (una fuerza que las ata a todas) solemos referirnos al interés propio, el deseo de acrecentar la propia potencia. Cierto utilitarismo interpreta esa fuerza con la búsqueda del placer y la evitación del dolor. Otro con la búsqueda de la felicidad. Los estudios hedónicos y sobre la felicidad se ocupan de esas cuestiones. Esto es tan así que hay economistas que definen su tarea como la de la ciencia que se ocupa de esa pasión, y cuando hay otra presente defiende que ésta es de algún modo reducible a aquella principal.

Otras hablan de un mecanismo selectivo: aquellas agentes que mediante sus acciones consiguen incrementar su potencia en mayor medida se imponen sobre otras con las que compiten. Es así indiferente el que ese logro sea conseguido de forma consciente o no, que se persiga o sea detestado, lo fulcral es que se impone. Aquello que se impone será aveces una mezcla de búsqueda de placer y mecanismos impersonales, otras el incremento de las destrezas derivadas de la especialización, o cualquier otra convinación de factores.
yo estoy más con esta segunda postura si bien no creo que lo que se impone lo haga siempre por virtud propia, lo que logra prevalecer lo hace a veces en virtud de alguna contingencia fortuíta. La caída de meteoritos nos hablan de la importancia del estudio de la historia en las ciencias de la vida. No toda prevalencia significa el triúnfo del más fuerte, o el más habilidoso, o el más diestro. Es aveces el afortunado.
Además, la búsqueda de una única fuerza principal que guía la conducta de los objetos sólidos, una gravedad que ata el movimiento, supone una mímica de las ciencias físicas descortés con las formas de vida. El amor a la verdad debe hacer que consideremos, cuando menos, otras posibilidades.

Comentarios

Entradas populares de este blog

The Green Night: do verde e o vermello.

BAD HABITS

catástrofe y trauma