Falaba hai nada de The Last Duel e de que pese a boa factura faltábame algo na realización do filme. Ese algo que me faltaba teno The Green Night. Trátase dunha fantasía medieval de carácter onírico. A estética do filme serve á fin da liberación narrativa. O maior pecado dos filmes de época é a atadura da recreación. En The Duellists duelistas a luz, a sombra e a cor fan que o noso padal se embriague do espírito do romanticismo. En The Green Night a estética naif fálanos na linguaxe céltica medieval, onde a raposa fala, os xigantes reparan en nós e un cabaleiro verde outorga cabalaría. Tamén unha especie de teoría estética sobre a contraposición do verde e o vermello.
Comerse una tarde de domingo, después de una siesta. Enterrarse en la apatía, vagabundo en el sofá. Levantarse y apagarlo todo. Acabar prefiriendo el silencio, la soledad sin aditivos.
El otro día hablaba con un amigo sobre el ébola en África. Comentamos el caso de Madinda, a quien el Celta quería hacer volvier de Gabón por miedo a que contrajera el ébola. Mi amigo defendió la postura del Celta porque "en esos países nunca se sabe". Yo intenté defender que realmente tienen la cosa bastante controlada, o eso me parecía haber oído. Pero en una conversación ya se sabe, ante la falta de datos y referencias concretas " de gustibus non est disputandum ". El agua corrió y el tiempo pasó pero el otro día vi en twitter la noticia de que en Sierra Leona han controlado el virus. En concreto lo que me llamó más la atención fue la foto que acompañaba la noticia. Y volví a pensar sobre el tema. Primero sobre la queja de los africanos en general sobre la idea que tenemos aquí del continente. No me acordaba de a quién en concreto le había escuchado quejarse sobre la visión que tenemos de África por aquí, en concreto sobre el caso del ébola. Hasta hoy
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